A partir de 1962, muchos británicos, especialmente las amas de casa, pudieron informar con orgullo que tenían Rolls que se usaban más de lo habitual y podían hacer frente a su tarea. ¿Se puede imaginar cómo creció el asombro de la persona que conversaba si dichos textos fueran ventilados? Fue entonces un Rolls Rapide.
No, no es un coche, sino una lavadora! Y sobre ruedas para que se puedan hacer kilómetros en la cocina. Fue una concepción de un tal John Bloom, un ex piloto de guerra en el Royal Air Force, quien después de varios trabajos como vendedor en la puerta entró en contacto con un fabricante de lavadoras holandés (!) que tenía una lavadora en la que dos artículos de lavandería podían ejecutarse simultáneamente en el programa de entrega. Su brillante idea de vender estas lavadoras directamente al público le hizo decidir un anuncio pegadizo en el periódico. The Daily Mirror colocar
¡Ese anuncio casi le dio respuestas 7.000! La lavadora también se puede comprar en 'alquiler-compra'. Este polémico británico ya había retirado el premio mayor anteriormente con la venta de máquinas de afeitar eléctricas por las que fundó la Rolls Razor Company. Ese éxito lo llevó a pedir nada menos que máquinas de lavado 25.000 de una sola vez ..., pero también que se hizo cargo del fabricante británico de lavadoras Prestcold e hizo un trato con el fabricante de lavavajillas Colston. Todas estas acciones significaron que podía poner sus "productos de línea blanca" en el mercado por la mitad de los precios habituales de los competidores. En 1963 vendió nada menos que las lavadoras 20.000 en un año. El dinero entró. Pero luego vino 1964, que elevó las tasas de publicidad y una huelga a largo plazo del servicio postal británico, lo que significó que los cupones de sus anuncios ya no llegaban a su compañía, y eso significaba el final inminente de su imperio. A fines de ese año, su compañía quebró y Rolls Rapide terminó ...