En los viejos tiempos había "trenes" en las parcelas francesas. Tal tren consistía en una fila entera de autos "fallecidos" que habían sido estacionados cabeza a cabeza en algún lugar del patio a lo largo del tiempo.
Una vez vimos un TA después de la guerra al frente de unos doce autos, de los cuales este último era un Simca 1501.
En el contexto de la Limpieza Europea, el Medio Ambiente y algunos de ese tipo de retoques, esa parte del folclore ha llegado a su fin en gran medida.
Pero, afortunadamente, el carácter nacional francés es más fuerte que las regulaciones del euro.
En la ciudad de Hardinghen, en el Paso de Calais, en el norte de Francia, donde una vez hablaron flamenco, todavía encontramos un tren de coches viejos.
Solo que el mayor ya no estaba solo después de la guerra, sino que vino desde principios de los años ochenta.
Entrañable