O simplemente sostenible. En Francia se conoce el fenómeno 'Ville Fleurie'. Este es un fenómeno en el que muchos pueblos, aldeas y caseríos se vuelven lo más seductores posible con jardineras.
Al final de la temporada, se elige una comunidad muy bien florecida.
El esplendor floral suele ser bastante convencional. Pero en la zona donde los calvados más bonitos se elaboran con las manzanas más aburridas, la gente es un poco más relajada. Diríamos: ¡Tenemos un ganador! ”