Los encontraste en la costa y en la prueba, a principios de los años ochenta. De repente se fueron otra vez: la segunda generación de Mitsubishi Galant.
Los japoneses lo perdieron por poco ante los suevos en el momento en que se trató del primer motor turbo diésel producido en serie. El Mercedes-Benz W126 estaba justo por delante de ellos en 1979. Desafortunadamente, no pudimos disfrutarlo porque el Benz grueso resultó estar destinado únicamente a la exportación. De modo que dependíamos del Galant. Cualquiera que lo recuerde lo recordará: las barras de aceite muy hollín con abgasturbo volaron lejos de ti. Simplemente, no podían mantenerse al día con un Golf I diésel o un Mercedes 200 D. Tan pronto como llegaban, tan pronto como volvían a marcharse. Acude en masa a los terrenos de caza eternos, porque en cuanto al cuerpo, los ingenieros de Mitsubishi todavía tenían mucho que aprender. Pasaron décadas y de vez en cuando otro sale a la superficie. Tome este Meisterblue 2.3 Turbo diésel de 1982 con solo 81.000 km en el reloj. La dirección asistida está incluida en el trato. Por apenas cinco mil euros a la venta hace unos años en el concesionario Mitsubishi de Appingedam.
Chris de Raaf.