Motobécane Z54C (1954). Ganador del premio de Jan-Gerrit Sprietsma.
De una manera horrible, el óxido había golpeado este motor francés de 125 cc y habría significado el fin del otrora hermoso vehículo de dos ruedas. ¿Fue posible escapar? Sí, si miras las imágenes ahora, tendrás la respuesta de inmediato. Todo el crédito por el estado actual es para Wim. M. Daalhuizen, un perfeccionista que logró la operación de rescate.