Entonces el VW, Volkswagen. El escarabajo. A pesar de su desafortunado origen y su apodo parecido a un insecto (después de todo, el 'Volkswagen' fue una idea de Hitler, un admirador del también antisemita Henry Ford, y los escarabajos generalmente se consideran aterradores), el Volkswagen Escarabajo ya tenía un mítico valor poético de culto en los años 1960. Los escarabajos eran vistos como un símbolo de revolución, de "reducción de personal" y los niños de las flores los montaban felizmente. En aquella época, el Escarabajo representaba el lema "lo pequeño es bello", tal como lo afirmó EF Schumacher.